Los esguinces son las lesiones más comunes en la vida diaria o laboral. Ocasionan dolor y limitan la marcha.
Un esguince de tobillo o también llamada «torcedura», es una lesión que afecta a los ligamentos, estructuras que actúan como «cuerdas» que unen los huesos que forman el tobillo, quiere decir, la tibia, el peroné, el astrágalo y al calcáneo.
Estos problemas de salud son mucho más frecuentes a una edad media entre 25 y 55 años y existen factores que aumentan su riesgo como: obesidad, uso de zapatos altos, actividades deportivas, etc. Un oportuno manejo ayuda a disminuir el dolor y mejorar el pronóstico de estas lesiones.
Aplicar hielo en la zona afectada y dolorosa como primera medida es un importante acto que promueve aliviar el dolor y evitar el exceso de inflamación. Además, evitar apoyar o caminar largos tramos, ayudará a evitar agravar el cuadro.
Es importante que luego de ocurrida la lesión, visites un establecimiento de salud que cuente con un especialista con la finalidad de que puedas tener una evaluación profesional que evite lesiones ocultas como una fractura, la cual se descarta por el cuadro de dolor y por una radiografía de tobillo.
Los tiempos de recuperación pueden variar de acuerdo a la severidad del esguince. Existen los de grados leves, moderados y severos. Sus tipos de tratamiento y tiempos de recuperación pueden variar entre 10 días a 1 mes.
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